Esta película pionera combina ficción y documental para explorar el trauma del abuso a través de la experiencia personal de su directora, Martha Coolidge, quien narra el impacto de ser violada a los 16 años en 1962. Proyectada en la Berlinale, reflexiona sobre las secuelas personales y sociales del acto, rompiendo la cuarta pared para examinar la violencia estructural de una sociedad patriarcal.